Infancias y alimentación

En esta nota les comparto un poco de mi vivencia como madre de Ben, relacionada con su alimentación. También les propongo ideas, tips y una receta con un montón de opciones de ingredientes para hacer con los más pequeños de la casa.

Por Vero Zieres

Antes de comenzar con la alimentación complementaria de Ben, leí mucho, me informé, sumé aún más conocimiento sobre alimentación, sobre todo para infancias, que era un área en la cual nunca me había metido.

Comenzamos su alimentación con el método BLW (en esta
nota el Dr. Tomislav Canet explica el método).
Para mí, comenzar la alimentación de esta manera, donde los alimentos conservan sus texturas, olores, sabores y colores, creo que fue un excelente inicio. Hasta el día de hoy, Ben ama probar de  todo, hay comidas que le gustan más que otras, y alimentos que no le gustan, pero él siempre prueba.

En esa época en los inicios de la AC (alimentación complementaria), fui bastante estricta en cuanto a su alimentación, pero solo hasta pasadito el primer año, ahí ya poco a poco, comencé a soltar y Ben comenzó a probar más y más alimentos, y no tan alimentos también, me refiero a los utraprocesados.

Siempre fui contándole y brindándole información, y es el día de hoy, que él solo me pregunta sobre ingredientes y formas de cocción. 



Sé que él es un caso aparte, que no suele suceder que desde temprana edad elijan probar de todo, pero creo que si bien es algo nato de él, su amor por la comida también surge desde el inicio, de alimentar de forma informada, soltando miedos, de probar desde el tacto con sus deditos, pasando por el olfato, hasta el sabor y la texturas en su boca. Y sobre todo, siempre ofrecer, y enseñar con el ejemplo. 

Como mapadres tenemos la responsabilidad de comer disfrutando todo lo que también les ofrecemos. Y si es necesario, cambiar nuestros propios hábitos antes de querer incluir diferentes alimentos a la alimentación de nuestros hijos.


Y ahí comienza todo, desde nuestro ejemplo, desde nuestras propias elecciones, nuestro disfrute y conciencia a la hora de comer. Porque el aprendizaje comienza, indefectiblemente, desde casa.

Aquí les dejo algunos tips e ideas para hacer con las infancias, y lograr de forma amorosa que se animen a probar e incluir más variedad de alimentos.

- Incluirlos a la hora de cocinar. Con paciencia y confianza.
- Ofrecer oler y tocar ingredientes y especias.
- Presentar ingredientes nuevos.
- Servir en la mesa variedad de alimentos.
- Comenzar a leer los ingredientes de las etiquetas junto a ellos.
- Contarles sobre los ingredientes de las comidas.
- Hacerlos partícipes de forma amorosa.
- Usar variedad de especias (en mínimas cantidades) para variar sabores.
- Aumentar la creatividad en la cocina, variando los tipos de cocción, cortes y texturas.
- ¡Ofrecer siempre! 
- Incluir alimentos inesperados en diferentes comidas. Por ejemplo, legumbres en un brownie (en esta
nota compartí una receta).
- Sentarnos a comer en familia y disfrutar de ese momento sin distracciones.
- Ofrecer alimentos conocidos, variando levemente los ingredientes. Por ejemplo, en vez de budín tradicional, un budín integral o combinar las harinas para ir sumando poco a poco más variedad.
- La comida no es un premio, ni las golosinas ni los postres. Ofrecer de esa manera puede complicar las cosas a la hora de comer.

Aquí les dejo una receta con muchas opciones de ingredientes, para que no haya excusas a la hora de cocinar.

- Budín o muffins 

  • 2 tazas de harina (integral, blanca o premezcla sin gluten).*
  • 1 taza de azúcar (mascabo, orgánica, blanca).
  • 2 huevos (podes reemplazar cada huevo por 1 cucharada de semillas de chía + 6 de agua).
  • 1/2 taza de aceite o manteca.
  • 2 cucharaditas de polvo de hornear.
  • 1 pizca de sal.
  • Gotitas de extracto de vainilla (reemplazable por ralladura de algún cítrico).
  • 1/2 taza aprox. de agua, jugo de frutas o leche (la que uses).

Batir los huevos junto con el azúcar, luego incorporar el aceite y vainilla, y por último la harina, sal y polvo de hornear, e ir alternando con el agua o líquido elegido.

En este paso pueden  incorporar trocitos de chocolate cobertura (no baño de repostería), pasas de uva, nueces, almendras o lo que quieran.

Colocar en budinera o en moldes para muffins, si no son antiadherentes, aceitar y enharinar los moldes.

Por encima, los niños pueden decorar con lo que cada uno quiera.
Cocinar en horno moderado precalentado, el tiempo dependerá del molde elegido. Aproximadamente 15-20 minutos para muffins y 40-50 minutos para budín.

¡Listo! Esperar que baje la temperatura, desmoldar y servir. 

*Si lo quieren de chocolate, reemplazar ¼ de taza de harina por ¼ taza de cacao amargo o algarroba.


Imprescindible sonreír, disfrutar, comer rico, sano y copado, compartir, y ¡agradecer! 

Vero Zieres - Cocina Sentida

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