Entender la India a gran escala resulta sencillo, y a pequeña escala, imposible. India es uno de esos países que cuando más se lo conoce, más confunde. Todo lo que afirmes podrá ser negado y al revés.
Entender la India a gran escala resulta sencillo, y a pequeña escala, imposible.
India es uno de esos países que cuando más se lo conoce, más confunde.
Todo lo que afirmes podrá ser negado y al revés.
He tenido el contacto con la India de polvo, paja y adobe, la sequedad y tierra a punto de quebrarse, de búfalos de agua y bicicletas, de niños desnudos y miradas atónitas. La India rural en la que el tiempo parece haberse detenido.
Cuando he encontrado algo inexplicable me he dicho: “¡India es así!....”
Dicen que hay dos Indias que se yuxtaponen, la moderna y la tradicional. Pero para mí hay muchas más, todas mezcladas y difíciles de clasificar: hay una India urbana y otra rural. Hay una clase urbana y educada, profundamente hinduista y que reivindica una vuelta al pasado.
Hay otra clase urbana, pobre, desasistida, confinada en los suburbios de chabolas. Y hay otra realidad: el 70% de la población sigue siendo rural, ajena a la vorágine a la que se asiste en las grandes ciudades.
Hay dos factores muy importantes: las dimensiones y la educación.
El primero significa que la mayoría del pueblo permanece ajena a dirigentes, a las decisiones que se toman en la capital. Sus vidas corren ajenas al progreso, del sentido histórico del tiempo.
En cuanto a la educación doy un dato: el sistema educativo sólo ha alcanzado a un 30% ó 40% de la población. Para la mayoría la cultura se transmite por vía oral. El 67% de las mujeres indias son analfabetas. Unos 45 millones de niños nunca pisan una escuela primaria y los que lo hacen tienen un promedio de 2,8 años de escolarización.
En este panorama la televisión penetra profundamente, pude ver algunas antenas parabólicas.
En los últimos 50 años, India ha duplicado la esperanza de vida y ha conseguido erradicar el hambre. El 93% de las familias puede ingerir dos comidas diarias. Pero el 37% de casi 400 millones, vive en la pobreza. India tiene un tercio de todos los pobres del mundo.
La India autosuficiente que modernizó su industria, que fue capaz de crear aviones, automóviles, que apostó por la ciencia y envió satélites al espacio y fabricó la bomba atómica en 1974, sigue teniendo grietas en la base de su pirámide.
De poco sirve el desarrollo tecnológico si éste no puede servir al pueblo.
Gentileza: Andreas Knoop Wundenberg
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