El mes de octubre es ideal para recorrer el NOA, buenas temperaturas durante el día y bajas probabilidades de lluvia.
El mes de octubre es ideal para recorrer el NOA, buenas temperaturas durante el día y bajas probabilidades de lluvia. Mi amigo, Goyo Rodríguez Toledo me propuso hacer el tramo norte de la RN40 en bici. Si bien yo ya conocía bastante por ahí de otros viajes, incluso uno en moto, la idea de pedalear con nuestro equipaje y sin apoyo de ningún tipo me tentó lo suficiente como para dejar todo y preparar las alforjas.
Salimos de Tandil en bus con las bicis desarmadas y en cajas (como vienen de fábrica), hicimos trasbordo en Córdoba, San Salvador y llegamos a La Quiaca con unas 36hs de viaje.
En la terminal armamos las bicis y desechamos las cajas y pedaleando fuimos al Hostel El Apolillo, donde uno se siente en su propia casa.
Ahí ya estás a 3400 msnm, razón por la cual es conveniente andar despacio y tomarse un tiempo para acostumbrarse a la altura. Compramos hojas de coca y además de descansar acompañamos las comidas con una buena infusión para facilitar digestión y evitar el mal de altura.
Al día siguiente, decidimos probar el cuerpo e indagar un poco el camino que nos esperaría cuando iniciáramos la travesía. Salí a trotar y Goyo me acompañó con la bici. Todo bien, aire suficiente, nada para regalar, pero sentimos que estábamos listos.
Iniciamos por la mañana el recorrido por la RN40 hacia Cieneguillas, camino en buen estado que sale hacia el oeste muy cerca del límite con Bolivia, por supuesto que hay lomas y además en los 37km ya nos encontramos a 3700 msnm, previo superar la cuesta de Toquero.
Ahí se duerme en la Hostería Municipal o en carpa, elegimos la primera opción.
Gendarmería nos recomendó que no siguiéramos el trazado actual de RN40 y tomamos la opción de pasar por Laguna Pozuelos, Abra Pampa y de allí el trazado antiguo por Salinas Grandes hacia San Antonio de los Cobres. Que decir de las salinas, hay que verlas, después de varios viajes me siguen sorprendiendo por su belleza, es muy interesante pasar por allá a la puesta del sol y ver el reflejo y las sombras que generan los cristales de sal. Visita imperdible, La Polvorilla, el famoso viaducto del "Tren de las Nubes", 63 metros de altura (como el obelisco).
Sigue el Abra de Acay, el paso carretero más alto del mundo sobre una ruta nacional, donde en su punto máximo se pasa a 4972 msnsn, con vistas increíbles hacia el Nevado Acay de casi 6000 metros, de allí bajar a La Poma es una fiesta, hay que parar para ver el paisaje que cambia curva tras curva. No hay foto que pueda mostrar esto, una imagen es simplemente como mirar por el ojo de una cerradura, muestra tan solo una minúscula porción. Aquí también es muy importante la época del año para poder realizar el paso.
Luego viene Cachi, Seclantás, Molinos, Angastaco... todo lindo, todo mágico, cada lugar con su impronta.
En San Carlos comienza el asfalto y a pocos km se llega a Cafayate que crece y crece. En cada visita uno lo encuentra más grande, con más turismo y más bodegas... esto último es para festejar.
Pasamos frente a las Ruinas de Quilmes, donde no entramos por conocerlas ambos y llegamos a Amaicha, donde (no lo comenten…) hicimos dedo a un camionero que nos subió hasta “El Infiernillo” 3042msnm para descender cómodamente en las bicis hasta Tafí del Valle. Al día siguiente todo bajada hasta San Miguel del Tucumán donde desarmamos las bicis para volver en bus directo a Tandil.
No vale la pena llevar la carpa, aunque nosotros la llevamos, ya que siempre se encuentra lugar donde dormir con valores accesibles. Empanadas, tamales, humitas en chala, locro, guiso de llama, en casi todos los comedores fueron los platos elegidos. Sopa ofrecen en todos lados y vale la pena. Goyo cerveza, yo vino tinto, esa fue la única diferencia con mi amigo y compañero de viaje, la cual superamos sencillamente tomando los dos ambas bebidas.
Gentileza Carlos Centineo
kumbretandil@hotmail.com
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