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El 14 de enero próximo viajará Roberto Onreita junto a un grupo de atletas trasplantados hacia Neuquén. Allí emprenderán el desafío de subir al Volcán Lanín, de 3.776 mts. de altura con el fin de concientizar a la población sobre la necesidad de donar órganos.
Damián Miguel - damianmiguel@abchoy.com.ar
El volcán Lanín, mas allá de lo gracioso que pueda resultar el significado de su nombre mapuche ("Murió de un atracón") sigue siendo uno de los gigantes mas codiciados y temidos del mundo por su altura, su imponencia y el riesgo que implica que aún sea considerado un volcán activo, aún cuando su último registro de actividad date del siglo XVIII.[img]
Anualmente es desafiado por miles de andinistas que encaran su ladera para llegar hasta la cumbre, lo que significa trepar por 3.776 metros sobre el nivel del mar, en una travesía que insume al menos dos días, aunque no faltan quienes encaran la ladera más empinada y esa implica cierto riesgo de muerte por lo dificultoso de su ascenso.
Desde octubre pasado, Roberto Onreita expresó junto a un grupo de atletas trasplantados la necesidad de reiterar acciones que llamen la atención a la sociedad sobre la necesidad de donar órganos mas allá de su participación en el Mundial de Atletas Trasplantados que en el 2011 se desarrolló en Gottemburg, Suecia.
Al finalizar una intensa preparación, el 14 de enero próximo, Roberto viajará a Neuquén a reunirse con el grupo de atletas que encarará el ascenso por la ladera norte "Para mí es algo totalmente novedoso. De todas maneras, el esposo de una atleta trasplantada es guía y nos hemos propuesto un plan de entrenamiento que vengo cumpliendo desde hace rato."
Claro que no es fácil imaginarse a alguien intentando entrenar en el medio de la llanura pampeana para subir casi 4.000 metros de cuesta empinada "No, aquí cargo la mochila y salgo a caminar por varias horas. Cuando podemos, nos hacemos una escapada a Tandil y hemos subido varios cerros. Claro que ahí son de 300 o 400 metros, y en Neuquén vamos a tener que subir 10 veces mas"
Pero el desafío entusiasma y aún mas lo hace la posibilidad de concientizar sobre la donación de órganos "Es algo sobre lo que no se puede dejar de insistir. Existen largas listas de espera y sólo hay que manifestar la voluntad de donar los órganos a todos los parientes y personas cercanas para que esto no suceda. Las personas trasplantadas nos podemos desenvolver como personas normales y eso es lo que intentamos demostrar con este ascenso. Yo fui trasplantado dos veces de hígado y al poco tiempo pude empezar a entrenar y practicar deportes."
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