En la tarde de hoy, por la Quinta División, Botafogo venció en tiempo reglamentario a Defensores del Cerro por 2 a 1. Sobre el final del encuentro se produjeron graves incidentes entre jugadores, asistentes y efectivos de seguridad. El sábado se habían producido desmanes por el ingreso de hinchas de Defensores a los vestuarios de San Lorenzo. Nula prevención policial.
Damian Miguel - damianmiguel@abchoy.com.ar
[img]Se jugó hoy en la cancha de Botafogo el partido de cuartos de final de Quinta División por la URD entre el local y Defensores del Cerro.
El partido fue intenso y entretenido, con dos equipos que se brindaron por entero entre dos estilos diferentes. El equipo dirigido por Pedro Murrone apostó a un juego vertical, con una marca fuerte (casi al límite), mientras que Botafogo privilegiaba el buen pie y la subida por las bandas.
El tandilense sorprendió en el inicio del partido con un cabezado de Emanuel Peralta a los 2' 50" con un golazo de cabeza entrando por el segundo palo.
El local se entregó a la búsqueda del empate con más ímpetu que juego, y a los 30' fue expulsado Gargaglione en Botafogo.
En inferioridad numérica el local pareció manejar mejor el encuentro, con una defensa de tres y el buen manejo en el mediocampo de Tambella y Robles.
Justo fue Julián Tambella quien empató el partido a los 2' del segundo tiempo con un tiro de afuera del área que rozó a un defensor y descolocó al arquero Ravenna.
El partido siguió disputado y, a 5' del final, un disparo desde fuera del área de Fernando Rímoli venció a Pogorzelsky, quien había reemplazado a Ravenna, y marcó la victoria para Botafogo.
El árbitro Paulo Caballero dispuso jugar 5' de alargue y allí se desvirtuó un encuentro que podía haberse en una jornada para el recuerdo y terminó para el olvido.
El volante Murrone empezó a reaccionar contra los insultos de la tribuna local y fue informado por el juez de línea. El árbitro acudió a este informe y, en el interín de las discusiones, un jugador de Defensores propinó una trompada plena contra Julián Tambella quien, inexplicablemente, terminó con la nariz rota y expulsado.
Finalizado el encuentro, se sucedieron una serie de desmanes entre hinchas, jugadores, dirigentes, técnicos, que azoraron a los más curtidos.
Personal de seguridad contratado por Botafogo intentó intervenir y terminó agrediendo a algunos jugadores de Defensores. Los tandilenses, que estaban abocados a peleas con jugadores de Botafogo en diferentes partes del complejo deportivo, la emprendieron tirando fierros, ladrillos, botellas y demás contra todo el que se cruzaba.
A esa altura, ya habían llegado los efectivos policiales que inexplicablemente habían estado ausentes hasta el momento.
[img2]Tras más de una hora de incidentes, volvió la calma de un incidente que nunca debió existir
Un antecedente muy reciente
Defensores del Cerro ya había protagonizado otro incidente en nuestra ciudad y fue el pasado sábado en el Estadio Municipal cuando este equipo enfrentó a San Lorenzo.
Al finalizar el partido, un grupo de hinchas del equipo tandilense ingresó a la zona de vestuarios e intentó agredir al presidente de San Lorenzo Pedro Benítez.
Allí se produjo una serie de golpes, idas y venidas -también ante la ausencia policial- que finalizó gracias a la intervención de jugadores, técnicos y algunos dirigentes.
Y la policía?
Ante tamaños incidentes, en ambos encuentros, la ausencia policial fue notable. En el cotejo del sábado, donde se habían contratado adicionales de la policía para controlar el encuentro, estos se retiraron ni bien el árbitro dio el pitazo final y no estuvieron presentes cuando ocurrieron los incidentes en zona de vestuarios.
Cuando arribaron dos patrulleros al lugar, los incidentes ya habían finalizado.
En la tarde de hoy, no había policías argumentando que el club no había pagado los adicionales. Pero a pesar de las advertencias que se trataba de un cotejo de riesgo, no había siquiera un patrullero en el exterior del complejo deportivo.
Una vez que estaban a pleno la batahola de piñas, patadas y ladrillazos, llegaron tres patrulleros con 6 policías que poco podían hacer para controlar a los alterados tandilenses.
Comentarios