En horas de la madrugada, el negocio de antigüedades “El Gran Cambalache”, ubicado en Haití y Colectora Macaya, sufrió un robo. Es el tercero desde que se encuentra en su actual ubicación, y el octavo, si se cuentan los padecidos en el local anterior, en Pinto al 300, lindero al edificio del Rectorado de la Unicen.
Su dueño es Marcelo Murrone, quien expresó su “impotencia e indignación” ante ABCHoy, que visitó el lugar este miércoles por la mañana.
El hecho fue descubierto por el hijo de Murrone, cuando a primera hora acudió a abrir el negocio, “y se encontró con la puerta trabada desde adentro. Levantaron una ventana de chapa, muy pesada, rompieron el vidrio y entraron por calle Haití. Me llevaron cuchillos, navajas, dagas, relojes, todo lo que pensaron que podría ser de valor”.
Hace nada más que quince días, sufrió otro hecho similar y esto no hizo más que aumentar su enojo, especialmente apuntando al accionar policial. “Hace 15 días me entraron y después de eso, no vinieron más ni a preguntar si sabía algo más, si había recuperado algo, nada. En la parte de atrás del negocio, hay cámaras y se lo dije a la policía, pero aun así, no pasó más nada”.
En este caso, el comerciante sostuvo que los delincuentes “se tomaron su tiempo” para cometer el robo y elegir qué cosas llevarse, aunque también provocaron daños, que cuestan dinero, además del botín sustraído.
“Esta es la tercera vez que me entran, y cada vez rompen mucho”, lamentó, quien además, aclaró que a pesar de tratarse de una casa de antigüedades, “no tengo muchas cosas de valor”.
“Esto me da mucha impotencia e indignación, porque no hay ninguna respuesta. Tandil está desesperante en lo que es robos, no hay ningún control, no veo patrullajes por acá. Está totalmente ausente la policía, estamos desprotegidos en toda la ciudad”, manifestó.
AUDIO
Murrone se definió como “una persona de trabajo, yo acá no compro cosas que incentiven al malviviente, sino que compro en casas de familia, todo transparente y directo, por eso estoy muy enojado. Nosotros vivimos de nuestro laburo, porque no hay otra forma de vivir. Hace 58 años que estoy en Tandil y la inseguridad que hay en este momento, nunca la vivimos”.
Comentarios