Fuentes judiciales consultadas por ABCHoy confirmaron que la toma de terrenos en Piccirilli al 1100, en el barrio La Movediza, tiene dos grupos claramente diferenciados y sin vinculación el uno con el otro. A su vez, uno de ellos, tiene el apoyo de la gente del barrio.
La Defensoría Pública, dependiente del Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires, viene interviniendo desde hace bastante tiempo en los casos de tomas masivas de terrenos.
Ante la falta de protocolos para encarar esos temas, desde hace unos años la Cámara diseñó, a pedido de la Defensoría, un protocolo de acción para las tomas masivas a la vez que hay un protocolo de acción de la Suprema Corte provincial.
La primera medida que se toma en la intervención es acercarse al lugar del hecho para tener un panorama de la situación que allí se vivencia, se dialoga con la gente que activó la toma y se los cita a la Defensoría para luego hacer una presentación formal en su representación, a la vez que se solicita la aplicación del protocolo antes mencionado que refiere a la toma masiva de terrenos por parte de personas en situación de vulnerabilidad. Ese proceso es el que se está realizando por estas horas.
En general, la culminación de estos procesos se da con el desalojo de esos terrenos tomados, pero se busca que no se hagan con medios violentos o compulsivos sino a través del diálogo, llegando a desalojos voluntarios y graduales.
Otro de los factores que se tiene en cuenta es la situación social y económica de cada grupo familiar para luego poder peticionar en beneficio de estos a la autoridad competente.
La Defensoría Pública trabaja con apoyo de la Secretaría de Litigios Colectivos de la Defensoría General Departamental de Azul.
A su vez, se le solicita al juez actuante que convoque al inicio de un proceso de negociación con el objetivo de llegar a una resolución pacífica del conflicto
También se solicita que se incorporen a la mesa de dialogo actores fundamentales locales (el Gobierno comunal, sobre todo a través de la Secretaría de Desarrollo Humano y Hábitat) y provinciales (Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires y Ministerio provincial de Hábitat y Desarrollo Urbano).
En el terreno en cuestión -que consta de dos grandes lotes- se pudo observar la existencia de dos grupos totalmente diferenciados.
En uno de ellos, la toma dio comienzo con poco más de una decena de mujeres a las que luego se le sumaron varias familias (hasta el relevamiento definitivo, se presume que son cerca de 50) y cuentan de manera constatada con el apoyo del barrio.
En el otro lote, la composición de la toma -que fue posterior a la que comenzaron las mujeres- es más heterogénea y con diversos intereses. De hecho, ya tuvieron conflicto con el propietario del terreno y tampoco se constató hasta al momento que tengan apoyo del barrio.
Por último, lo que se se pudo saber es que entre los dos grupos no hay relación.
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