Con teorema propio, el funcionario nacional analiza las perspectivas para 2023 y anticipa sus metas de trabajo para el último tramo de gestión.
Ante pronósticos que arrojan sombras sobre las posibilidades electorales del oficialismo, Martín Yañez, el tandilense con alto cargo en Casa Rosada, plantea una analogía al teorema de Baglini: “cuanto más cerca están las elecciones, más crece la chanche del peronismo. O mejor aún: más se aleja el antiperonismo de las urnas”.
Partícipe de una gestión complicada desde el vamos, el funcionario consiguió marcar su impronta, ya sea en Cancillería, cuando se puso al frente de la repatriación de miles de varados –muchos de ellos tandilenses- o como jefe de Gabinete de Juan Manzur, ocupándose de gestionar, entre otras cosas, los fondos para los nuevos Consultorios Externos del Hospital, obra que desvela al intendente Miguel Lunghi.
Optimista, Yañez no minimiza las dificultades. Pero insiste: “el peronismo no es algo para tirar a la basura. Y tiene mucho más aún para aportar, ¿por qué? Porque no es sólo una maquinaria electoral de alternancia democrática en Argentina: con todos sus errores es el único que sintoniza las necesidades de los más postergados, esos que el sistema a veces no contempla”.
LA VALENTÍA AL PODER
-Usted no ve tan sombrío el panorama electoral, sin embargo hace poco señaló que no tiene pretensiones electorales ejecutivas en Tandil.
-Sí, pienso que no es creíble alguien que desde un despacho en Casa Rosada promete -en pocos meses- soluciones para un lugar donde no está en forma permanente.
-¿No será acaso que quiere preservarse?
-Con toda franqueza: no veo esa derrota; al contrario; al cabo de la pandemia y de una guerra en Europa puedo dar fe, desde adentro, que el peronismo es la alternativa cierta para sostener el trabajo y la producción. Para mí la grieta -que es un fenómeno mundial- sugiere que es mejor perder y ejercer poder desde la oposición, porque ahí estaría el poder real, bloqueando a los oficialismos o saboteándolos. Pero el peronismo tiene una concepción distinta. No juega a perdedor. Nunca.
-No va a negar que las disputas internas han paralizado los principales proyectos del Gobierno...
-Los gobiernos frentistas tienen contrapesos internos que, obviamente, complejizan las concreciones. Sucede en todas partes. Pero aquí el PBI en 2023 crecerá por tercer año consecutivo - no ocurría desde hace casi 20 años- y las exportaciones siguieron marcando récords alcistas: 90.000 millones de U$S en 2022, mejor marca desde 2011.
No soy negacionista, pero sé que la historia revelará algo que corroboro a cotidiano: contra viento y marea, y en medio de un escenario complejísimo se llegó a una tasa de desempleo del 7,1 %, la más baja desde 2015.
ANTÍDOTO TANDILENSE CONTRA LA GRIETA
-Sin candidaturas específicas en Tandil. ¿Cómo será su vínculo con la ciudad de aquí en más?
-Más profundo aún y no sólo a nivel local sino regional a través del modelo que venimos trazando: políticas de Estado por encima de divisiones ideológicas. Me refiero a obras públicas imprescindibles y a la convergencia Estado y privados a través del Ministerio de Economía con programas de las secretarías de Industria y de Economías Regionales –esta última a cargo de Jorge Neme- para potenciar a las pymes. Tandil tiene empresas que la convierten en un eje productivo regional; no podemos dejar pasar esa oportunidad.
-¿Esa va a ser la misión de aquí a fin de mandato?
-Sí
-¿Desde lejos?
-No tanto. Voy a reforzar el contacto con más política en toda la región a través de un espacio que en breve impulsará estudios, debates y participación. Roberto Mouillerón (de alguna manera mi mentor en política), cada vez que se avecinaban etapas decisivas no desesperaba por cargos o lugares en las listas: duplicaba la apuesta en cuanto participación y contacto con la gente.
Pienso que ése es el antídoto contra la grieta: estudiar, prepararse, participar. La política sería distinta. Y ser opositor no sería mejor negocio que asumir el poder, con todos sus riesgos y sinsabores.
Cuando uno se prepara y escucha al otro, a la hora de ser oficialismo sabe ejercer el poder. No debiera sorprender que sea así. En el camino de la investigación a veces se refuerzan nuestras creencias, pero otras descubrimos que el adversario tenía verdades que uno había pasado por alto. De eso se trata el desafío del poder en el mundo hoy. Y corroboro ese pensamiento en la mayoría de los tandilenses con los que hablo.*
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