Tras salir en los medios de comunicación, contando lo que había sucedido con su hijo, brutalmente agredido por un vecino con una pala de punta, María consiguió que la justicia dictaminara una custodia policial en el domicilio de Los Lirios al 1900, aunque este lunes por la noche se le retiró. Además, impusieron una insólita restricción de acercamiento de 100 metros al agresor, pero las viviendas de unos y otros, son linderas.
María relató a fines de la semana pasada, su caso a ABCHoy, cuando tras la agresión que sufrió su hijo, avisó al fiscal interviniente que “no quiero tener que llevar a mi hijo en un cajón para que empiecen a actuar”.
La situación comenzó a partir de un robo anterior que fue denunciado a la policía. El vecino le pegó con una pala en un brazo y el adolescente lastimado tuvo que ser asistido en el Hospital, donde recibió 8 puntos de sutura. “Pero si no pone el brazo y lo agarra en la cabeza, me lo mata”, advirtió la madre.
Este martes, en declaraciones a la 89.1 Radio de la Sierra, María, contó que durante el fin de semana, “tuvimos custodia policial, pero anoche la policía se retiró. Me dijeron que iban a pasar, pero cuando vi que la policía se retiró, estuve despierta toda la noche y nunca pasó un solo patrullero”.
María contó que ha tenido complicaciones laborales a raíz del conflicto con sus vecinos, profundizado a partir de haber denunciado un robo que sufrió en su domicilio, sobre el que sospecha de quienes viven en la casa de al lado, y por eso es víctima de represalias consistentes en amenazas y la salvaje agresión de la semana pasada, a su hijo adolescente.
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“Me llamaron de un trabajo y tuve que decir que no, porque no puedo dejar mi casa sola, ni a mis hijos solos. Soy el único sostén de familia. Y yo, lo que desde ahora me pase a mí, a mis hijos o en mi casa, responsabilizo al fiscal Borean y al juez que firmó una restricción de 100 metros”, manifestó la mujer.
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