Desde el 2015 escribo sobre la semana mundial del parto respetado. A lo largo de todos estos años puedo decir que “algo” cambió, pero aún falta mucho.
Por: Mamá Pulpo (Chechu Favier)
Cada año cuando llega esta semana y hablamos de parto respetado suelen mezclarse temas, conceptos y creencias. La finalidad de esta semana es visibilizar el modo en el que se atienden los partos a nivel mundial y concientizar sobre la importancia del nacimiento y las primeras horas de vida. Desde el 2004, van variando los lemas elegidos para ubicar el foco de atención en los temas donde se advierte que hay carencias. El lema de este año es "Respeto por las necesidades de la madre y su bebé en cualquier situación". Y en este momento, “situación” incluye tanto el contexto de pandemia -donde miles de mujeres paren solas, sin la compañía que necesitan y quieren- como también el tipo de nacimiento que sucederá -parto vaginal o cesárea-, ya que dependiendo de si es uno u otro el tratamiento será distinto como si fueran dos hechos aislados entre sí.
Lamentablemente -y a pesar de que la ley que respalda nuestros derechos como mapadres y los de nuestros hijos e hijas fue promulgada en 2004- seguimos peleando por lo que nos corresponde; se torna desgastante cuando es un tema que no debería discutirse más. Debería ser la norma. Porque cuando hablamos de parto respetado lo que pedimos es que nuestras necesidades y las de nuestros bebés sean respetadas, pedimos ser informadas para decidir con criterio, que nos brinden recursos y que la comunicación sea empática cuando se dirigen a nosotras. Fíjense lo ilógico de esto: estamos pidiendo humanizar el fenómeno más humano posible.
¿A qué necesidades nos referimos? Parir acompañadas (derecho que se vulnera de manera sistemática y que se potenció con la pandemia), movernos libremente, no separarnos de nuestros bebés cuando no se requiere atención inmediata, silencio o música que nos gusta, posición para parir, ingesta de líquidos y/o alimentos, información sobre los procedimientos en caso de que haya que intervenir... Podría enumerar otras. Creo que con estos ejemplos basta para resumir lo que pedimos. Esto se sigue confundiendo con locura ("las locas del parto respetado") y las intervenciones con el cuidado hacia las pacientes, que somos nosotras y que no somos enfermas. Somos personas gestantes que queremos tener a nuestros bebés sintiéndonos a gusto en donde estemos.
Hoy en día la información circula y es más fácil acceder a ella. De todas maneras, necesitamos que nuestras voces sean escuchadas. Quienes trabajamos acompañando procesos de gestación, trabajos de parto y partos, o estamos involucradas en alguno de estos aspectos, aprovechamos la oportunidad para hacernos oír.
Mamá Pulpo
Consultorio de Lactancia
Consultorio de Porteo
Servicio de Niñeras Premium
Acompañamiento afectivo al nacimiento - Compañía en pre y postparto
(0249) 154 342588
Mamá Pulpo
@mamapulpotandil
Créditos de foto: Rewild Her
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