El tiempo

No existe.

Todo tendrá su tiempo, aunque no haya tal. Cada persona, a su tiempo, podrá decirte lo que siente, lo que piensa y lo que en aquel momento quiso pero no tuvo el valor. Todo tendrá un momento en el que tome forma, sentido, y se abra para ti una puerta nueva que te permita comprender otro corazón. Porque en definitiva, lo que ocurre es sencillamente aquello de no saber cómo hacer para entender qué es lo que le pasa a otro, un corazón ajeno, diferente al tuyo.

Tendrá su tiempo el trabajo, que a menudo te atosiga. Encontrarás tu vocación y tu tarea, afianzándose el talento único que indefectiblemente y por mucho que protestes te convierte en ti. Lo harás. Lo tendrás delante. Sabrás decir sí a lo que con eso resuene y no a cualquier actividad que de aquello te aleje. Tendrá su tiempo la pareja que tejes en los sueños, que te acompañe y te abrace cuando el sol, tímido pero concreto, se asome entre las olas despacio, hasta tomar la decisión de vencer el miedo a exponerse y mostrar su cuerpo desnudo, entero y redondo, excesivamente lejos de los estereotipos que le ha sugerido la sociedad. El sol repleto será él y tendrán su tiempo los abrazos, las maravillas que produce el tacto entre los labios y la sal pegada en tu cintura, la sinfonía clásica que suena al entender que la vida siempre tiene sentido derritiéndote de amor ante un otro que no hace más que mostrarte quién eres en el fondo, lejos de tu fantástica máscara protectora.

Tendrá su tiempo la amistad cortajeada, una inmadura que luego, si con tu evolución coopera, vendrá a embestir cualquier diferencia con tanta fuerza que frenarla será una tarea imposible, una misión abortada, un deseo desechado. Llegará ese amigo que te estire la infancia, las maneras, que cebe mate hasta el hartazgo y que aunque sepa lo que vas a decir cualquier mañana del año se disponga a escucharlo de tu boca. Será. Tendrá su tiempo y estará a tu lado. Tendrán su tiempo los famosos hijos, que existirán para cualquier cosa menos pertenecerte y dedicarán su vida a enseñarte que solo lo que sienten les resulta importante, intentando que los ames en el abismo de las diferencias contigo. Lo harás. Tendrá su tiempo un cumpleaños alborotado, rebalsado de personas que comprendan que tu presencia no se reemplaza porque intentarlo, siquiera, es un camino a lo ridículo. No hay en el planeta un individuo de tu talla y por eso, en cualquier momento, cantarán en coro tu nombre quienes tengan la fortuna de saberte cerca. Lo escucharás. Sabrás que, aunque el naufragio esté en tu cuarto, también tendrá su tiempo la decisión de abandonar la estupidez de enojarte. Reirás. Despertarás a la idea de que a cada instante, vivir es una fiesta posible. Tendrá su tiempo la reflexión y créeme, te lo juro, yo sé que subirás al barco, porque estas letras solo tienen ese ánimo y porque el tiempo, en su existencia invisible, estará allí para recordarte que precisa te entregues pronto y lo dejes en paz. Te lo ruego. Por esta vez, haz que trabaje menos.

Dedicado a mis amigas-

Por Florencia Lauga
Licenciada en Comunicación, Actriz, Locutora. Tandilense.
Instagram: @florencialauga
e-mail: liberaespacioya@gmail.com

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