Entrevista a Alejandro D. Gatti, quien dará el Seminario “La enfermedad es otra cosa”, en la ciudad de Buenos Aires, del 23 al 26 de Mayo del corriente y en Junio presentará también en Uruguay. Alejandro es Lic. en Psicología Transpersonal, Terapeuta 5 leyes Biológicas, Escritor y Conferencista.
¿Qué significa que la enfermedad es otra cosa?
La forma en la que percibimos la realidad es un factor determinante para la salud. El cómo vivo mi vida y las condiciones del entorno en el que estoy, tienen una gran influencia en nuestro cuerpo. Digamos que esta percepción, cuyos límites están dados por el las creencias de cada individuo, va a permitir la entrada de información al cerebro a través de la psique, dentro de cierto marco de referencia, y éste producirá cambios electro químicos en los órganos como respuesta a tales interpretaciones.
La ciencia siempre ha estado en contra de la relación entre la mente (los pensamientos) y el cuerpo, siendo su argumento que la enfermedad se basa en un malfuncionamiento orgánico causado por agentes malignos, cuyo propósito es el de destruir. Esto no es así. Nos han inventado esta idea so pretexto de un vil negocio de fondo. Puesto que la enfermedad es otra cosa, la salud no se compra, la salud se vive.
¿En qué se basan estas afirmaciones? ¿Puede explicarnos un poco más por qué el saber vivir es sinónimo de salud?
La enfermedad es otra cosa. No es lo que nos hicieron creer que era. Enfermar no es tan malo como sentimos. La “enfermedad” nos está dando información respecto a necesidades de cambio en nuestra Vida. Tras haber tomado contacto con el descubrimiento de las 5 Leyes Biológicas del Dr. Ryke Hamer, mi forma de ver el mundo ha cambiado completamente. Estos descubrimientos han dado coherencia y sentido a muchas de las preguntas que tenía respecto a la pérdida de la salud.
Perder la salud es una consecuencia de arrogarse al sentido de pertenencia a la Naturaleza. Aunque en realidad nada se pierde, sino que sucede algo que manifiesta claramente una necesidad de cambio. Las 5 Leyes Biológicas son el Macro-marco de referencia de todo ser vivo. Estas leyes son de tal vitalidad que desconocerlas nos ha llevado a malinterpretar las manifestaciones del cuerpo y a llamarlas “enfermedades”.
Cuando se conocen estas Leyes ya nada es igual, puesto que todos sabemos que una Ley es una Ley, y podemos comprender las consecuencias de “violarlas”. Las 5 Leyes descubiertas por Hamer nos enseñan que la Naturaleza siempre se ha ocupado de protegernos, pues somos sus hijos y como tales, nos cuida.
¿De qué tratan las 5 Leyes Biológicas?
Son Leyes que dan real crédito científico a los procesos del organismo mal llamados “enfermedades”. Cuando el cuerpo “enferma” está emitiendo señales, está hablando su propio lenguaje. Puesto que el propósito biológico que nos ha legado la Madre Naturaleza es el de evolucionar como especie, cosa que hemos hecho durante millones de años, no hay más camino que ese: Evolucionar. Cuando enfrentamos situaciones en nuestras vidas que nos “ponen en peligro” como especie (shocks o traumas que amenazan nuestra supervivencia), la Naturaleza nos asiste con programas especialmente diseñados para poder continuar en vías de este propósito fundamental.
Estas 5 Leyes biológicas son el Alma de una nueva forma de hacer medicina, que más que medicina bien podría llamarse una Nueva Forma de Auto-Conocimiento.
¿Cuáles son estas 5 leyes Biológicas?
Pueden leerlas en el siguiente enlace: www.serbioconciente.com
¿Está Ud. diciendo que la solución es aprender a Vivir? ¿En qué nos equivocamos?
Estoy diciendo que debemos dejar de sobrevivir y comenzar a vivir. Nuestros sistemas de creencias, los que generalmente se instalan en nuestros primeros años de vida, hasta los 7 años de edad, e incluso durante la gestación, son los condicionantes de una determinada forma de relacionarnos con el mundo. Dependerá de estas estructuras que se forjan en el nido, en el seno familiar primario, el cómo percibiremos la realidad. Por ello resulta fundamental comenzar el trabajo de Crear Conciencia desde muy temprano, desde la gestación misma.
Nuestra relación con el medio estará signada por estas primeras experiencias de vida, y ellas determinarán la mayor parte de nuestro esquema de supervivencia. No es que nos equivoquemos en cómo vivimos nuestra vida, sino que tenemos que comprender muy bien cómo funcionan estas Leyes naturales, para no “pecar” de arrogantes.
Hablo de arrogancias por la sencilla razón de la importancia excesiva que solemos darnos a nosotros mismo por sobre todo. También por la tendencia de adjudicarnos ciertos estados de superioridad, en la irresponsabilidad que conlleva ignorar que la propia existencia es mucho más grande que nosotros.
Hamer nos regala este maravilloso descubrimiento, afirmando que es la propia Naturaleza la encargada de asistirnos con programas especiales para garantizar nuestra supervivencia. ¿Cómo podríamos desafiarlas? ¿Cómo arrogarnos a ellas? Sin duda somos Naturaleza, pertenecemos a ella.
¿Cómo deberíamos vivir la vida?
Sin dudas como podamos, pero siempre con la intención de incrementar nuestro estado de Conciencia mediante la Comprensión. La comprensión reduce un factor muy nocivo que siempre nos quita la claridad de nuestras decisiones: EL MIEDO. Sin miedo hay más oportunidades de coherencia, de honestidad con la realidad.
Me gusta decir que hay dos maneras de vivir la vida: En conflicto o en entrega. La primera forma es una especie de convención Contra-Natura. Se llega aquí por la vía de la ignorancia o por la vía de la negación, creando una enorme resistencia subyacente al sentido trascendental de la propia Naturaleza de nuestra existencia. Así el individuo vive situaciones traumáticas que generan respuestas fisicoquímicas en aras de la readaptación, donde todo el organismo se ve obligado a manifestarse en vías de la restauración de la normotonía biológica. Aquí se “viola” este Macro-Marco de referencia y la Naturaleza debe asistir a la persona.
En cambio cuando se vive en entrega, hay más naturalidad, más armonía y entonces este Macro-Marco de referencia y contención biológico no debe esforzarse por “cuidar” al organismo viviente. Aquí se opta por Crecer en la propia fuerza de la evolución.
El desafío es COMPRENDER profundamente, en vías de un sincero AUTO-CONOCIMIENTO que me permita CRECER dentro del Macro-Marco de Referencia denominado Naturaleza Viva. Todo crecimiento alberga un estado que le es inherente: La Trascendencia Evolutiva.
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